*Nula oportunidad laboral, afirman.
Dorian Scott Vázquez / ACOSUR /Tapachula.
Tapachula, Chiapas. 27 febrero. A pesar de su discapacidad motriz, que lo obliga a permanecer en una silla
de ruedas, Romulo Salazar Arias, recorre la ciudad de Tapachula, cumple
con su horario laboral, realiza trámites en beneficio de sus compañeros
agremiados de la asociación y principalmente, gestiona cursos de
sensibilidad en dependencias donde buscan demostrar como es la vida de
una persona con discapacidad -labor dificil- en un mundo donde "el principal obstáculo
para ser integrados es la mente de personas insensibles".
Las condiciones de las personas que viven con alguna discapacidad no han cambiado en los últimos años, y aunque se hacen intentos por sobrellevar una supuesta concientización, todavía viven al margen del olvido y el desinterés de la sociedad.
"se sabe que sólo una de cada 10 personas con este tipo de situaciones recibe una remuneración por un trabajo que realicen. El resto ni siquiera recibe una oportunidad en algún centro laboral".
El Presidente de la Asociación Caminando Por Una Esperanza de Vida, Rómulo de Jesús Salazar Arias, señaló que no existe un censo fidedigno de personas con alguna discapacidad, pero se calcula que en Tapachula existe mil 500 personas visibles; sin embargo el registro podría incrementar si se considera a personas de familias ricas que esconden y atienden a sus familiares, pero viven en el anonimato.
Las oportunidades laborales son nulas, la mayoría de los empresarios e incluso una gran parte de dependencias de gobierno federal, estatal y municipal no contratan a personas discapacitadas, esto es un signo de discriminación laboral importante, principalmente por que muchos compañeros bien podrían realizar una función de oficina, ser útiles.
Salazar Arias, remarcó que estas personas, que en su mayoría viven en el sector urbano, luchan día a día por trasladarse de un lugar a otro, librando obstáculos que se encuentran en las banquetas, o tratando de acceder por las rampas, que no fueron cuidadosamente construidas para darle cumplimento a la norma oficial.
En este sentido, Salazar Arias indica que sólo el treinta por ciento de la infraestructura urbana de ciudades grandes, incluida Tapachula, tienen accesos funcionales para personas con capacidades diferentes, inclusive en algunas sedes gubernamentales tienen hasta 3 divisiones donde sólo se puede acceder por medio de escaleras.
Lamentó que hasta el momento continúe la sociedad discriminando a las personas con capacidades diferentes, y se tenga un marcado prejuicio al desempeño de sus capacidades, por lo que convocó a que desde las escuelas enseñen desde la primaria, a convivir y respetar a las personas con discapacidad y diseñar mayores accesos para el desenvolvimiento cotidiano. ACOSUR.
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