El paso de la Cuarta Caravana Migrante en Tapachula ocurrió este fin de semana cuando cientos de hombres y mujeres, niños y adultos provenientes de distintos países arribaron al Parque Central para tomar un respiro en la búsqueda de seguir al norte.
Dorian Scott/ Acosur.
Tapachula, Chiapas. 04 de noviembre. La cuarta caravana migrante de diferentes nacionalidades centroamericanas llegó al Parque Central Miguel Hidalgo de Tapachula, un contingente de poco más de 2 mil indocumentados, intentarán alcanzar a la Caravana que se encuentra en estos momento en los límites de Veracruz, para llegar en una sola multitud a la frontera norte del país, a un paso de su objetivo final, Estados Unidos.
En comparación a la primera caravana que llegó al Parque de Tapachula el pasado 21 de octubre, este contingente está formado principalmente por jóvenes hombres, un porcentaje menor en mujeres y en casos contados niños, debido a que, según ellos, se corre un riesgo constante en la travesía.
Salvadoreños en su mayoría, pero también algunos hondureños, guatemaltecos y nicaragüenses visiblemente cansados, se hidratan, comen y descansan en diferentes sectores de esta plancha central de Tapachula ante el inclemente calor del medio día; personal de Protección Civil, ACNUR y de Derechos Humanos vigilaron, platicaron con ellos y recomendaban no seguir en esta travesía, pero ellos se mantuvieron con firmeza en su objetivo.
Diversas son las razones por las que tuvieron que dejar a su país, su familia, sus orígenes, principalmente por la violencia existente en esos países, y por la falta de oportunidades laborales en la que culpan a sus gobernantes, como lo cuenta Jeremy Alexis, migrante salvadoreño, quien viaja salo debido a que según explica no hay trabajo ni dinero que alcance.
Además, la inseguridad y el reclutamiento de las maras son una imposibilidad para hacer un vida normal.
Jeremy, descansa bajo la sombra del Kiosko del Parque Central Miguel Hidalgo, escenario que ha sido cobijo de cientos más que como él, ya pasaron por Tapachula.
“Pues estamos acá tratando de descansar un poco luego de este caminar tan largo y de lo que hemos tenido que enfrentar, es difícil y lo que más se extraña es estar con la familia”.
A un costado de Jeremy, apenas a unos cuantos metros y una escalera humana que reposa bajo la sombra y hedores, Isaías de Jésus, migrante salvadoreño que para muchos es un guía, del camino y espiritual, “Yo vengo dispuesto a todo”, dice con un tono que suena aguardientoso, cansado, a punto de la afonía.
Ampollas en los píes y un pantalón sucio se asoman para ponerse de píe y charlar con los reporteros “Yo soy cristiano, y esta travesía es por que dios nos está impulsando para escapar de una realidad de pobreza en nuestro país, no vamos solos, vamos con Dios”.
Isaías, marca algunos pasos y define estrategias. Cansado de la falta de oportunidades, sueña con llegar a los Estados Unidos, “Estoy dispuesto a arriesgar mi vida pero llegaré a los Estados Unidos, cómo no sé, muerto tal vez, pero no quiero seguir en El Salvador, allá no hay nada que hacer”, aseguró.
Quizás no todos los migrantes que están en esta caravana estén tan convencidos de seguir con esta trayecto hacia los Estados Unidos, algunos han manifestado el interés de poderse quedar a trabajar en Chiapas, y recoger la oferta del Presidente Enrique Peña Nieto, de darles la oportunidad laboral a quienes se sometan al proceso migratorio de refugiado.
Mario Quintanilla salió de Honduras con su esposa y dos hijas, porque sabe que su vida corre peligro porque las pandillas acechan a todos los jóvenes, pero también está consciente que busca un mejor nivel de vida trabajando, porque en su país, no se ofrecen oportunidades para sus connacionales, derivado de los altos niveles de corrupción.
Mario viaja con su mujer y sus dos menores hijos “Para mi este tema de la caravana es una oportunidad de buscarle a mis hijos una mejor oportunidad, pero estamos con miedo de no saber que nos puede pasar, las noches y los días son inexplicables, por que no sabemos que nos espera el futuro”.
Es probable que se esté concentrando en los países de Centroamérica una quinta Caravana Migrante, y por lo tanto podremos pensar que la migración no se podrá detener en México, por lo que seguramente tendremos que aprender a convivir con ello.
Este domingo, el Parque Central será la cama de cerca de mil centroamericanos, de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala, por que la nacionalidad no importa, como decía Ernestina, una migrante joven, con la ilusión de mejorar su vida con su menor hija “Si en Centroamérica todos estamos pobres, sufriendo al igual que ustedes, por eso México no es un destino, queremos llegar a los Estados Unidos, el problema será lograr llegar hasta el norte”. ACOSUR.
Comentarios
Publicar un comentario