*Con una agresión que estuvo a punto de provocarle la muerte, la joven Viridiana pide justicia y mayor procuración de justicia para capturar a su agresor, Fred Muñoz Nataren, quien permanece prófugo de la justicia.
ACOSUR/ Dorian Scott.
![]() |
La joven agredida. |
Aquí la versión de los hechos de la joven.
Tapachula, Chiapas. "Hola, soy Viri, una joven mamá de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas.
El 21 de Febrero del 2015, mi ex novio Fred Muñoz Nataren (del que me había separado hace muchos meses por su mala conducta) truncó todos mis sueños al secuestrarme en la misma puerta de la casa de mi familia.
Me subió a su camioneta, me alejó de mi familia, amigos y me llevó a donde nadie pudiera ayudarme.
Allí me golpeó brutalmente y, tras romperme la nariz, me violó sin compasión, como solo una mente trastornada, lujuriosa y de instintos despreciables puede imaginar.
Como no aceptaba casarme con él trató de desfigurarme para que nadie más me pudiese querer.
Finalmente, y temiendo que pudiera declarar en su contra trató de asesinarme, primero a golpes y luego estrangulándome.
No puedes imaginar cuánto sufrí.
Afortunadamente pude sobrevivir pero mi agresor se ha dado a la fuga y continúa libre para acabar de cumplir su amenaza.
![]() |
Actualmente existe ya una orden de aprehensión en contra del agresor. |
Necesito tu ayuda para que la orden de captura emitida por las Autoridades a nivel nacional pueda cumplirse y mi familia, mi bebé y yo misma, podamos dormir sin miedo.
Por favor, comparte esto en tu muro. Usa el hashtag #casoViri tanto como puedas y visita http://www.casoviri.mx para ver las fotos que no puedo enseñarte aquí y todas las pruebas que demuestran mi tragedia.
No dejes que la indiferencia permita a mi agresor dañar a otra mujer.
Muchas gracias por tu apoyo".
*Aquí la
crónica de su papá, el periodista José Luis Castillejos, quien lamenta
la falta de atención al caso por parte las autoridades.
No sabes
Por José Luis Castillejos Ambrocio
En estas últimas horas he recibido abrazos, expresiones de
cariño, solidaridad, apoyo incondicional, frases de aliento. No sabes, sin
embargo, el dolor que llevo como hombre, como padre, por dentro. No hay
palabras para graficar un sentimiento, no hay espacio divino, oración que calme
y me sosiegue. Siempre he defendido a la mujer, su lucha, le he escrito poesía,
admirado su belleza, amado sus instantes y comparado su presencia en esta
tierra como lo más mágico de la existencia.
Vengo de una mujer humilde, profundamente amorosa, humana.
Ella me enseñó los primeros pasos, me dio el primer beso, me fundió en un
abrazo y ese amor me ha llevado a respetar a las mujeres, a amar su trabajo, su
entrega cotidiana y con palabras, trazos poéticos he intentado decirle lo mucho
que las amo.
En las vísperas de la entrada de la primavera,
cuando los árboles de Primavera iluminan las praderas con sus flores
amarillas o rosadas, sufrimos lo
inenarrable: mi menor hija, Viri, fue abusada, ultrajada, violada por un
remedo
de hombre. Quiso matarla. No pudo. Ella, una guerrera, luchadora se
defendió
mientras su agresor, Fred Muñoz Natarén, arremetía con una pesa de unos
diez
kilos contra su rostro, su cabeza, su cuerpo. Quiso arrebatarme a una de
mis
querencias. No pudo. No podrá. Nunca podrá mientras yo viva. Viri vive
para
contarlo. Otras mujeres no pueden contar la historia de saberse vivas.
Otras
murieron a manos de feminicidas.
No sabes cuánto duele. Duele el artero y cobarde ataque,
duele la indiferencia de las autoridades, sonroja de vergüenza que el Congreso
del Estado, la Secretaría de la Mujer de Chiapas, la Comisión de Derechos
Humanos, el Gobierno, el DIF, la Secretaría de Equidad y Género del municipio
de Tapachula, lugar donde ocurrieron los hechos, los organismos humanitarios,
la iglesia, las universidades, los estudiantes no se pronuncien.
Si eres padre o si algún día lo fueras sentirás cómo mueres
despacito. Cómo el duelo se ancla en tu alma, como se acortan tus esperanzas.
Nunca como hoy he sentido el aprecio familiar, de miles de amigos de México,
Centroamérica, Sudamérica, España. He tenido la fortuna de haber regado la
semilla de la amistad que hoy germina con expresiones de aliento.
Hoy vino a verme mi primo Guillermo, un pescador,
carpintero, promotor de las buenas causas y me trajo su palabra de aliento y me
comunicó con otro amigo que desde Tuxtla me pidió no cometer alguna locura o
venganza. Sobra decir que en mi corazón hay luto pero no anida el odio; hay
dolor, pero amor a mi prójimo. Un periodista me preguntó que cuál sería mi
actitud frente al potencial feminicida, me preguntó que si lo odiaba. Le dije
que no. No era odio lo que sentía por él sino lástima por su familia, por sus
padres que no supieron sembrar en él, el amor. Hoy Fred tendrá que pagar ante la justicia de los
hombres y ante Dios por el daño que le profirió a mi menor hija.
Viri y mis otros hijos nunca han recibido un correazo, un
golpe. Por eso me quedé anonadado, triste, estupefacto de que un desconocido
viniera a masacrar lo que amo, lo que he construido con amor. No se vale.
Tampoco se vale el olvido. No se vale que muchas mujeres sigan muriendo por el
silencio de los padres, hermanos o amigos y porque el gobierno no haga nada
para contener la violencia. No se vale que no se defienda a las mujeres por el
qué dirán, por temor a la crítica, a las burlas de quienes no tuvieron la
fortuna de haber nacido y ser amados en su niñez.
Quiero paz en mi familia, en mi corazón. No quiero la paz de
los sepulcros. No quiero el silencio cobarde, no quiero quedarme callado,
quiero elevar mi voz por los sin voz, mi voz por aquellas mujeres que murieron
sin que nadie las defendiera. Ojalá alguien nos ayude. Ojalá alguien que tenga
la capacidad de indignarse salga a las calles con pancartas, con mensajes en
las redes sociales y ayude.
No sabes…No sabes lo que se siente arar en el desierto del
silencio.
Realmente no lo sabes. José Luis Castillejos Ambrosio.
Comentarios
Publicar un comentario