R E P O R T A J E.
*En Penumbras y amontonados maestros y alumnos.
Dorian Scott Vázquez./Costa Sur Agencia.
Tapachula, Chiapas. Diciembre del 2010.- Alumnos y maestros que diariamente acuden a desarrollar actividades culturales a través de los diversos talleres que se imparten en el edificio ubicado en la 3ª. Avenida Sur y central poniente, y que en la administración de Ezequiel Orduña Morga fuera destinado para ocupar la “casa de cultura”, calificaron estas instalaciones de inadecuadas y no aptas para el desarrollo de las actividades culturales.
El edificio de dos plantas se encuentra en pésimas condiciones debido a que no fue acondicionado de acuerdo a la importancia de su fin, en la planta baja se encuentra el área de los talleres, los cuales no están divididos debido a que la superficie del edificio es de un salón enorme, ahí los talleristas comparten el espacio, amontonados.
En la parte alta se encuentran dos oficinas, una, la del director de cultura, y otra del encargado de coordinar a las casas de cultura, en estos espacios si hay divisiones, incluso algunos alumnos comentaron que bien podrían haber sido utilizados para la impartición de los talleres.
Las malas condiciones en que trabajan los talleristas van más alla de compartir con sus compañeros maestros un espacio, y es que el edificio, nunca durante la administración del cheque recibió por lo menos una “Manita de pintura y mucho menos se habilitó con muebles y sillas adecuadas para la comodidad de los alumnos”; expresó una de las madres de familia de un menor de la clase de dibujo.
La casa de la cultura solo es abierta en el horario vespertino debido a que por las mañanas no existe ninguna actividad cultural ni administrativa en el lugar, condicionando a la población que busca estas actividades por la mañana a no realizarlas debido a que la cultura en Tapachula, es vespertina, ni siquiera hay quien de informes.
No obstante esta situación, la fachada principal tiene los vidrios quebrados desde hace más de 6 meses, poniendo en peligro a los practicantes de ballet folclórico, niños y jóvenes, la cortina de acero utilizada como acceso abre a medias convirtiéndose igual en un riesgo latente en caso de que se desplomara.
SIN LUZ Y LLENO DE BASURA
Otra problemática es la falta de iluminación, donde en la sala principal solamente sirven dos lámparas, que son las que iluminan todo ese espacio, los maestros tienen que trabajar en penumbras, al fondo en una sala más apartada y de tamaño diminuto sobresale un enorme amontonamiento de basura del cual emanan pestilentes olores contaminando el ambiente, ya de por sí húmedo y maloliente por el encierro.
Y es que no hay espacios de acceso de aíre natural, no cuentan con ventiladores y para variar, al fondo del salón, destrozado y en el olvido al igual que la cultura, yace un piano, reflejo del desinterés del alcalde Orduña Morga.
En este edificio se imparten los talleres de Baile folklórico, infantil y juvenil, Dibujo Artístico, Modelado de Plastilina, Manualidades, Baile Cubano, Corte y Confección y Piano, todos amontonados y en condiciones inadecuadas, y a pesar de ello los maestros prefieren guardar silencio por temor a represalias o ser despedidos.
La cultura, dicen algunos investigadores y tratados es lo que identifica a un pueblo, sin embargo para el ayuntamiento que está próximo a concluir, la cultura no importa, por eso se olvidaron del valor de este aspecto.
Tan solo hace apenas unos días, la propia directora estatal del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, Marvin Lorena Arriaga Córdoba reconocería en esta ciudad que “existen muchos alcaldes que desatienden enormemente el rubro de la cultura en esta región, esto es vergonsozo”, expresaría la funcionaria.
En Tapachula, esto es una realidad, al presidente Ezequiel Orduña y a los encargado de ese rubro, antes Carmen Mitzui y ahora Alma Leslie de León Ayala, en conjunto con los directivos no estuvieron a la altura de la demanda del puesto, simplemente resultaron ineptos.
En entrevista, Cristian Ponce Cruz, practicante de Danza Folclorica y quien paga 100 pesos cada seis meses por tener derecho a aprender la danza calificó de irresponsable al ayuntamiento “ no es posible que nunca hayan hecho nada por mejorar las instalaciones, nosotros estorbamos a otros talleristas como ellos nos estorban, hay riesgo los espejos están sueltos, las mesas entre el salón, no hay luz, los baños la mayor parte del tiempo no sirven, y nunca hay papel ni agua, es un verdadero abandono”.
Cabe agregar que con base a esa desatención el número de personas que acuden a los talleres de la “Casa de la Cultura” descendiendo de 300 alumnos que estaban registrados en el 2007 a 50 alumnos registrados en este ciclo que inicio en agosto.
Las actividades culturales fueron inexistentes en el trienio de Orduña Morga, simplemente no hubieron más que algunos bailes en el foro techado y principalmente el edificio fue seleccionado de forma indistinta por alguien que no tenía la mínima idea de lo que se necesitaba para la práctica de actividades culturales. Prácticamente se enterró la cultura, comentaría Cristian.
Comentarios
Publicar un comentario