*Necesita
un trasplante de corazón.
Huehuetán,
Chiapas. 16 de Julio. La sonrisa de un niño es como un sol renaciente que no
debe apagarse, versa un proverbio chino, Jhostyn López Palacios, es un pequeño
niño que con apenas 1 año y 10 meses de edad, lucha por que su sol no se
apague.
Con
un problema de nacimiento a modo de malformación en el corazón-Ventrículo Único
de Morfología Derecha- que no le permite tener una infancia normal y que lo
obliga a mantener un cuidado extremo de sus familiares para acercarlo a la
máquina de oxigeno cuando su cuerpecito padece por falta de aíre.
El
niño, originario de este municipio, es el hijo más pequeño de dos hermanos de
una menor de 17 años de edad que tuvo el valor de ser mamá a tan corta edad y
que al igual que sus familiares sufren la enfermedad del pequeño Jhostyne.
Su
Abuela Sonia de León López, es una de las principales protagonistas de esta
lucha por continuar la vida del pequeño niño, quien recuerda que “notamos
cuando el niño empezó a manifestar cansancio y se ponía moradito cuando notamos
que le empezaba a faltar el aíre para respirar, fue entonces que buscamos ayuda
en el hospital general de Tapachula y se iniciaron los estudios”.
Mencionó
que el personal del hospital de esta ciudad facilitó el traslado de Jhostyne al
Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez, llevando al niño en
una ambulancia del hospital bajo vigilancia médica para ser evaluado en la
institución, el diagnóstico fue impactante “nos dijeron que el niño estaba en
riesgo grave por la malformación ventricular en su corazoncito y nos dijeron
que allí no podrían hacerlo por lo que había que trasladarlo a México de forma
urgente”.
En
ese proceso, fue necesario que Jhostyne tuviera en casa un tanque de Oxigeno,
por lo que gracias a la gestión de diversas personas altruistas se logró la
donación del tanque que permite que el pequeño guerrero tenga en su casa
disponible el oxigeno cuando así lo amerite, aunque es evidente que a él no le
gusta por la incomodidad que le provoca el ingreso de los tubitos plásticos del
oxigeno.
A
su pequeña edad, es un niño pro activo que al ritmo de la música su cuerpo
marca un movimiento natural, sus palabras son claras para su corta edad y
frente a la cámara se muestra suelta y enseña su corazón sin saber lo que en
realidad sucede.
El
niño requiere de una Intervención Quirúrgica para hacerle un cateterismo que le
permita la extensión de su vida en la búsqueda de que algún corazón le pueda
ser trasplantado antes de que sufra alguna circunstancia negativa.
A
decir de la abuelita, el niño tendrá una cita el próximo 21 de Julio en el
Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, donde gracias a la gestión de
las dependencias se logró una cuota baja de recuperación para la intervención
del pequeño, la cual asciende a 25 mil pesos, los cuales tienen que ser
depositados previamente al ingreso.
La
cantidad es baja para el nivel de operación, sin embargo el costo resulta
inalcanzable para la familia del menor que es de bajos recursos y que es
albergada en casa de un familiar debido a la situación económica y a que la
estancia hace más favorable la vida del niño.
Por
ello, la familia hizo un llamado a alguna asociación civil que pueda apoyarlos
con algún tipo de recurso económico para que el cateterismo de Jhostyn se
realice y permitir que su vida se alargue mientras dura la espera de un corazón
de algún donante que sea compatible.
Ante
esa situación, la familia puso a disposición el número de cuenta 40 08 19 01 08
73 del banco COOPEL a nombre de Sonia de León López, para contribuir en la
consecución de la cantidad para poder operar al pequeño o para ayudar de forma
directa al número telefónico 0449621427052.
Cabe
agregar que el personal del Hospital General de esta ciudad, dirigido por el
doctor Silvio González López, busca la forma de destinar mayores apoyos a la
familia del pequeño, donde además se lleva una atención minuciosa cuando el
menor lo requiere para garantizar su salud mientras llega la posibilidad de que
se realice el cateterismo y lograr al ansiado corazón para Jhostyn.
Gustoso
de las fotografías, el pequeño pide varias tomas fotográficas a la espera de
que un milagro ocurra para poder la batalla que inició desde que nació con su
padecimiento y que lo ha marcado para que sea un prueba de la fé del amor de
una familia por un menor en la búsqueda de lo imposible por salvar a su pequeño
guerrero. Alejandro Vázquez/Agencia Costa Sur.
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